Asilo Provisional, Hospital Rafael Guízar y Valencia Cotija de la paz, michoacán

El asilo en el que estamos trabajando, solo es para mujeres y su espacio es limitado a 16 ancianitas; es una sala general y nos hemos visto en la necesidad de recibir hombres también, porque no hay otro lugar donde los puedan atender.

Hoy día contamos con 4 internos varones, los cuales están hospedados ocupando una sala muy pequeña del hospital procurándoles la privacidad y decoro que merecen, sin embargo requieren de su propio espacio para caminar; ya que el único lugar que tienen para pasear y realizar otras actividades es el pasillo contiguo a la sala de hospital, pero no es un lugar adecuado para ello.

En las instalaciones del hospital, no se cuenta con ningún espacio para ampliarlo y adecuarlos a las necesidades propias del asilo para que todos los ancianos (mujeres y hombres) puedan cohabitar en el mismo espacio.

Actualmente

Inicia la aventura

Derivado de esta necesidad, se recurrió a un terreno propiedad de la congregación. Dicho terreno se conserva por ser la casa donde nació nuestra madre Vicentita fundadora de las Siervas de la santísima Trinidad y de los pobres, en dicho espacio se planea construir una Residencia con las instalaciones adecuadas y servicios necesarios para el cuidado y atención de los ancianos y ancianas no sólo de nuestra comunidad sino también de los alrededores que requieran de un espacio donde vivir y ser atendidos con el respecto, el amor y la dignidad que merecen.

Apoyo para lograr este proyecto

El proyecto de "Residencia Madre Vicenta Chávez" ya esta en marcha, es un gran proyecto que traerá beneficios a nuestra comunidad, pero para lograrlo necesitamos el apoyo de todos los Cotijenses, para poder continuar con la obra ya que al ser un proyecto grande, se requiere de una gran inversión.

Los invito a unirse en esta labor social para que nuestros adultos mayores sea Papá, Mamá, hermanos o nosotros mismos podamos vivir una vida digna en el futuro.

Agradecemos de ante mano su generosidad. Dios les pague su caridad porque Él no se deja ganar en generosidad.

“Cada uno estamos invitados a poner nuestro granito de arena, a dar lo mejor de nosotros mismos para que nuestros hermanos ancianos y ancianas vivan una experiencia de amor y esperanza en el futuro que se enraíza en la presencia de Dios resucitado".

― M. Yolanda Domínguez de Luna